Este funesto sueño

Que alguien me despierte
de este funesto sueño,
donde la niebla diluye su figura
en deshilachadas hebras macilentas,
alimentando la voracidad del vacío.

Que alguien me zarandee
hasta espabilarme,
poniendo fin a esta vorágine
de rostros cubiertos
bajo opacas mortajas.

Aprisa,
pues la mudez de sus ojos
se vuelve insoportable
para este ánimo carcomido;
porque la quietud de sus manos
amenazan escalofríos
sobre este cuerpo;
porque la gelidez de su pecho
se atraganta en mis pulmones,
cortando hasta los suspiros.

Por caridad o compasión
lo pido.

Que alguien me arranque
de esta amarga somnolencia
y me devuelva a la vigilia
en que su cabello refulgía
con la rojez de la llama
vivificadora.

Este funesto sueño

Que alguien me despierte
de este funesto sueño,
donde la niebla diluye su figura
en deshilachadas hebras macilentas,
alimentando la voracidad del vacío.

Que alguien me zarandee
hasta espabilarme,
poniendo fin a esta vorágine
de rostros cubiertos
bajo opacas mortajas.

Aprisa,
pues la mudez de sus ojos
se vuelve insoportable
para este ánimo carcomido;
porque la quietud de sus manos
amenazan escalofríos
sobre este cuerpo;
porque la gelidez de su pecho
se atraganta en mis pulmones,
cortando hasta los suspiros.

Por caridad o compasión
lo pido.

Que alguien me arranque
de esta amarga somnolencia
y me devuelva a la vigilia
en que su cabello refulgía
con la rojez de la llama
vivificadora.