En la seguridad de mi rincón

Acurrucado en la seguridad
que me brinda mi rincón,
me siento protegido
del devastador ataque
de los devoradores de sueño.
Mi rincón es una fortaleza
tan inexpugnable,
que nadie atraviesa
sus murallas de silencio.
En él me retuerzo
como un felino acorralado
y a él regreso
cuando me siento perdido,
–y siempre me encuentro–.
Sin mi rincón no soy nadie,
y ni un cielo incendiado,
ni una ciudad ensangrentada,
desmembrarán jamás
ni uno de sus cimientos.
Porque acurrucado
en la seguridad de mi rincón,
cuando me siento cansado, descanso.

En la seguridad de mi rincón

Deja un comentario